La Educación plástica y visual se enmarca en el área artística y tiene como finalidad desarrollar en el alumnado capacidades perceptivas, expresivas y estéticas a partir del conocimiento teórico en primera instancia y práctico más adelante, de los lenguajes visuales para entender la realidad, poco a poco más configurada como un mundo de imágenes y objetos que se perciben mediante estímulos sensoriales que se representan a través de los sentidos de la vista y el tacto.
Al mismo tiempo, busca potenciar el desarrollo de la imaginación, la creatividad y la inteligencia emocional, favorecer el razonamiento crítico ante la realidad plástica, visual y social, dotar de las destrezas precisas para emplear los elementos plásticos como recursos expresivos y predisponer al estudiante para el disfrute del entorno natural, social y cultural.
Si en las etapa anteriores a la ESO, los contenidos relativos a plástica y música, como expresiones artísticas de representación de ideas y sentimientos, se desarrollan de forma globalizada, en esta etapa, la educación plástica y visual se forma en una materia con estructura propia. Se atiende de este modo a las características del alumnado de estas edades, enriqueciendo de manera de manera plena diferenciada su capacidad de expresión artística a través de el desarrollo de los 2 niveles en que se basa la materia.
Como cualquier otro lenguaje, el lenguaje plástico-visual precisa de dos niveles interrelacionados de comunicación: saber ver para comprender y saber hacer para expresarse, con la finalidad de comunicarse, producir y crear y conocer mejor la realidad y a uno mismo para convertirla y convertirse, en definitiva para humanizar la realidad y al propio humano como eje central de la misma.
La Educación plástica y visual contribuye, singularmente, a adquirir la competencia artística y cultural. En esta etapa se pone el énfasis en ampliar el conocimiento de los diferentes códigos artísticos y en la utilización de las técnicas y los recursos que les son propios. El alumnado aprende a mirar, ver, observar y percibir, y desde el conocimiento del lenguaje visual, a apreciar los valores estéticos y culturales de las producciones artísticas. Por otra parte, se contribuye a esta competencia cuando se experimenta e investiga con diversidad de técnicas plásticas y visuales y se es capaz de expresarse por medio de la imagen.
Coopera en gran medida en la adquisición de autonomía e iniciativa personal dado que todo proceso de creación supone convertir una idea en un producto y por ello en desarrollar estrategias de planificación, de previsión de recursos, de anticipación y evaluación de resultados.
Para resumir, ubica al alumnado ante un proceso que le fuerza a tomar decisiones de manera autónoma. Todo este proceso, junto con el espíritu creativo, la experimentación, la investigación, y la autocrítica fomentan la iniciativa y autonomía personal.
Esta materia constituye un buen vehículo para el desarrollo de la competencia social y ciudadana. En aquella medida en que la creación artística suponga un trabajo en grupo, se fomentarán actitudes de respeto, tolerancia, cooperación, flexibilidad y se contribuirá a la adquisición de habilidades sociales. Por otra parte, el trabajo con herramientas propias del lenguaje visual, que inducen al pensamiento creativo y a la expresión de emociones, vivencias e ideas da experiencias directamente relacionadas con la diversidad de contestaciones frente a un mismo estímulo y la aceptación de las diferencias.
A la competencia para aprender a aprender se contribuye en la medida en que se favorezca la reflexión sobre los procesos y experimentación creativa en tanto que implica la toma de conciencia de las propias capacidades y recursos como la aceptación de los propios fallos como instrumento de mejora.
La importancia que adquieren en el currículo los contenidos relativos al ambiente audiovisual y multimedia expresa el papel que se entrega a esta materia en la adquisición de la competencia en tratamiento de la información y en particular al mundo de la imagen que dicha información incorpora. Además de esto, el uso de recursos tecnológicos específicos no solo supone una herramienta potente para la producción de creaciones visuales sino a su vez coopera en la mejora de la competencia digital.
La Educación plástica y visual contribuye a la adquisición de la competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico a través de la utilización de procedimientos, relacionados con el procedimiento científico, como la observación, la experimentación y el descubrimiento y la reflexión y el análisis siguiente. Asimismo introduce valores de sostenibilidad y reciclaje en cuanto a la utilización de materiales para la creación de obras propias, análisis de obras ajenas y conservación del patrimonio cultural.
Finalmente, aprender a desenvolverse de forma cómoda a través del lenguaje simbólico es objetivo del área, como profundizar en el conocimiento de aspectos espaciales de la realidad, a través de la geometría y la representación objetiva de las formas. Las capacidades descritas anteriormente contribuyen a que el estudiantado adquiera competencia matemática.
Toda forma de comunicación tiene unos procedimientos comunes y, como tal, la Educación plástica y visual permite hacer uso de unos recursos concretos para expresar ideas, sentimientos y emociones al unísono que deja integrar el lenguaje plástico y visual con otros lenguajes y con ello enriquecer la comunicación.
Objetivos:
La enseñanza de la Educación plástica y visual en esta etapa tendrá como finalidad el desarrollo de las siguientes capacidades:
1. Observar, percibir, entender e interpretar de forma crítica las imágenes del ambiente natural y cultural, siendo sensible a sus cualidades plásticas, estéticas y funcionales.
2. Apreciar los valores culturales y estéticos, identificando, interpretando y valorando sus contenidos; entenderlos como parte de la diversidad cultural, contribuyendo a su respeto, conservación y mejora.
3. Entender las relaciones del lenguaje plástico y visual con otros leguajes y seleccionar la fórmula expresiva más adecuada en función de las necesidades de comunicación.
cuatro. Expresarse con inventiva, mediante las herramientas del lenguaje plástico y visual y saber relacionarlas con otros ámbitos de conocimiento.
5. Utilizar el lenguaje plástico para representar emociones y sentimientos, experiencias e ideas, contribuyendo a la comunicación, reflexión crítica y respeto entre las personas.
6. Emplear las diversas técnicas plásticas y visuales y las Tecnologías de la Información y la comunicación para aplicarlas en las propias creaciones.
siete. Representar cuerpos y espacios simples mediante el uso de la perspectiva, las proporciones y la representación de las cualidades de las superficies y el detalle de manera que sean eficaces para la comunicación.
ocho. Planificar y meditar, de forma individual y cooperativamente, sobre el proceso de realización de un objeto partiendo de unos objetivos prefijados y comprobar y valorar, al final de cada fase, el estado de su consecución.
9. Relacionarse con otras personas participando en actividades de conjunto con flexibilidad y responsabilidad, favoreciendo el diálogo, la colaboración y la comunicación.